Hay
muchos tipos de machismos y discriminaciones y el mundo laboral como fiel
reflejo de la sociedad no es inocuo a ello. Un tercio de discriminación.
Dentro del mismo las oportunidades
entre hombres y mujeres dejan claro que la mujer es una vez más discriminada en
los casos de máxima igualdad, que en los de menos ya era y es más que evidente.
En igualdad de condiciones, cargo, etc. la mujer gana de media un tercio menos
que el hombre. La discriminación salarial es el mejor baremo de medición
laboral del machismo social.
Según
los datos del INE, las mujeres, los jóvenes, las personas con un menor nivel de
formación, los trabajadores con menor antigüedad en las empresas y los
contratados temporalmente presentan los salarios más bajos.
En
el caso de las mujeres, su salario medio se situó en 1.618,1 euros mensuales en
2014, frente a los 2.125,9 euros de los varones, lo que significa que el sueldo
medio masculino es un 31,3% superior al femenino. Una de las razones que, según
Estadística, explican estas diferencias es que las mujeres trabajan
mayoritariamente a tiempo parcial, con contratos temporales, y en ramas de
actividad peor remuneradas.
María
Victoria Ojea productora online del Banco Mundial ya expuso en su artículo del
periódico El País que según Jonna Lundwall, especialista social del Banco
Mundial, hay un 7% más de niñas que niños en escuelas secundarias y que “la
brecha se expande al llegar a niveles universitarios: hay casi un 30% más de
mujeres estudiando que hombres”. Sin embargo, estos altos niveles de acceso a
la educación de las mujeres no se traducen finalmente en el ámbito laboral.
“Las mujeres se encuentran en los empleos más vulnerables”, explica la experta.
Un 27% de las mujeres está empleado en trabajos de media jornada, contra el 10%
de los hombres. “Los trabajos a tiempo parcial y por cuenta propia responden a
la necesidad de flexibilidad que tienen las mujeres, quienes todavía son las
que tienen la mayor responsabilidad en el hogar, cuidado de los niños y los
ancianos”, argumenta Lundwall quien subraya que esta causa trae consigo aparejados altos niveles de
informalidad en un inicio.
27% de las mujeres está empleado en trabajos de media jornada |
En
todo el mundo, casi cuatro de cada 10 personas piensan que, si hay pocos
trabajos, los hombres deben tener mayor derecho que las mujeres a tener un
empleo, según el informe Género en el Trabajo del Banco Mundial.
Los
'trabajos para mujeres' se pagan peor. No hay un solo sector en la moderna y
diversificada economía española en el que las mujeres cobren un sueldo más alto
que los hombres.
Pero
es que también ocurre que las profesiones que ofrecen salarios más altos están
claramente masculinizadas, mientras que en las que ofrecen salarios más bajos
hay un persistente predominio de mujeres, con el agravante de que la brecha
salarial es menor en las ocupaciones masculinizadas que en las feminizadas.
Un
47% de las asalariadas españolas trabajan en sectores en los que su salario
medio está por debajo de los 15.000 euros brutos anuales. No hay un sólo sector
en el que eso les ocurra a los hombres.
Si
esta dispersión salarial sectorial se corrigiera artificialmente la distancia
entre los sueldos que perciben hombres y mujeres se reduciría un 12%.
-
Una carrera laboral más intermitente y menos dilatada. La distancia salarial
entre un hombre con un contrato temporal y una mujer en la misma situación es
del 14%. La estadística dice que si después de un tiempo ambos lograran un
contrato indefinido esa distancia se ampliaría hasta el 32%.
Lógicamente,
ese automatismo no existe y la diferencia responde a otros factores.
¿Cuales?
Por un lado, la mayor continuidad en la carrera laboral de los hombres, sin las
interrupciones que se producen en las de las mujeres o, como dice CCOO, o con
una mayor minimización del impacto de éstas.
Pero
también por el mayor tiempo de permanencia en la empresa de los hombres con
todos los complementos salariales que ello implica. Mientras el 45% de los
trabajadores llevan más de seis años en su empresa, apenas el 35% de las
trabajadoras está en la misma situación.
La
estadística, de hecho, dice que la brecha salarial entre hombres y mujeres se
va reduciendo a medida que avanza la vida laboral, siendo del 32% entre los
trabajadores con menos de un año en la empresa y reduciéndose al 12% entre los
que llevan más de 30 años
-
Indicios de discriminación. Hasta aquí los factores que se pueden explicar
desde la estadística, desde la frialdad de los números que conducen a unas
conclusiones determinadas. Pero hay otros factores, que actúan a posteriori,
que responden a tópicos culturales arraigados y que constituyen la
discriminación más directa.
Hablamos
aquí de situaciones en las que se producen valoraciones diferentes de tareas
equivalentes, la aplicación arbitraria de complementos salariales,
procedimientos de promoción profesional poco motivados o basados en factores
discriminatorios, como disponibilidad absoluta o movilidad geográfica.
CCOO
considera que esta discriminación también es medible estadísticamente y
respondería a toda la parte de la brecha salarial que no se puede explicar por
otros factores.
Si
fuera así, prácticamente la mitad de la brecha salarial constituiría un indicio
flagrante de discriminación.
Es
muy significativo que habiéndose hecho públicos los últimos datos comparados del
INE al respecto, ni en las páginas tanto del Instituto de la Mujer: Ministerio
de Sanidad, Servicios Sociales (www.inmujer.gob.es) o en la de Instituto Balear
de la Mujer - Govern de les Illes Balears (ibdona.caib.es) no aparezca ni una
sola referencia a los datos discriminatorios laborales de las mujeres, y es que
es muy difícil predicar con el ejemplo. Si las instituciones encargadas de
defender los derechos de las mujeres trabajadoras callan y omiten, entonces,
¿Quién o qué organismos trabajas para la igualdad real de sus derechos?
Hay
muchos tipos de machismos y no todos son violentos, hay muchos tipos de
machismos y no son todos activos, hay muchos tipos de machismo y no todos los
provoca el hombre y hay muchos tipos de machismo y forma parte de toda la
sociedad trabajar para educar, formar y ejercer la igualdad en todos sus ámbitos
y aspectos.
Fuentes
utilizadas, consultadas o parcialmente reproducidas en este artículo:
Libertad
Digital
El País:
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