"No todo lo que ocurre en Internet
es ‘cloud computing”
Extraido del Artículo de Eduardo Martín e imágenes de Shutterstock.
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El
avance tecnológico es imparable, los desarrollos, tanto del software como del
hardware, están cambiando nuestros hábitos de actuación y consumo laborales y
de ocio, el tratamiento de la información y su acceso son la base de esta
revolución. El "Cloud computing" forma ya parte de este cambio. Estar
en la nube ya no es estar en la inopia.
¿Qué es el Cloud Computing?
El término "Cloud Computing" o también denominado computación en la nube,
servicios en la nube, informática en la nube, nube de cómputo o nube de
conceptos hace referencia al concepto tecnológico y modelo de negocio que reúne
ideas tan diversas como el almacenamiento de información, comunicaciones entre
ordenadores, provisión y aprovisionamiento de servicios y metodologías de desarrollo
de aplicaciones bajo el mismo concepto: todo ocurre en la nube o al espacio destinado
al almacenamiento y tratamiento de datos e información dentro de internet que
no son meramente la publicación de información y oferta de servicios, que es la
finalidad y lo que nos ofrece esta malla o red informativa de conexión entre
muchos ordenadores que es internet.
Fotografía Wikipedia |
Hay
que distinguir y/o diferenciar muy bien lo que son los servicios que ofrece
internet y lo son los servicios en la nube. Éstos últimos van intrínsecamente
ligados al primero, pero no todo lo que se publica o comparte como información
en internet es "Cloud Computing".
Internet
es un gran base o mercado de servicios vinculados o unidos por una estructura o
malla de conexiones de diversas naturalezas y con distintos formatos en los que
podríamos dividir dos grandes grupos de usuarios en base al uso que le dan a la
red: los de servicios que utilizan la red como canal y los que se encuentran en
la red y ofrecen recursos propios.
En
cuanto a los servicios que se encuentran en la red y le ofrecen recursos
propios, destacan los servicios de hosting que nos permiten guardar información
fuera de nuestros ordenadores, es decir, en servidores que están en la nube y a
los que podemos acceder a través una red de comunicaciones. Otro ejemplo sería
el servicio de correo electrónico, en este caso todo, tanto la aplicación que
utilizamos como los datos que intercambiamos con nuestros destinatarios, están
almacenados en la nube. Estos servicios sí pueden considerarse cloud computing.
Por
tanto, y resumiendo todo lo tratado anteriormente, podríamos definir cloud
computing como una concepción tecnológica y un modelo de negocio en el que se
prestan servicios de almacenamiento, acceso y uso de recursos informáticos
esencialmente radicados en la red, en los que el concepto de canal es un mero
instrumento.
Recursos que la red ofrece como servicio.
¿Y
cuáles son los recursos que la red ofrece como servicio? Podemos considerar
tres tipologías básicas de servicios que constituyen el modelo de negocio del
cloud compuntig y que, dentro del vocabulario informático han venido en
llamarse la generación “As a service” (IaaS, PaaS, SaaS):
SaaS: Software as a Service: se
encuentra en la capa más alta y caracteriza una aplicación completa ofrecida
como un servicio, por-demanda, vía multitenencia —que significa una sola
instancia del software que corre en la infraestructura del proveedor y sirve a
múltiples organizaciones de clientes. Las aplicaciones que suministran este
modelo de servicio son accesibles a través de un navegador web -o de cualquier
aplicación diseñada para tal efecto- y el usuario no tiene control sobre ellas,
aunque en algunos casos se le permite realizar algunas configuraciones. Esto le
elimina la necesidad al cliente de instalar la aplicación en sus propios
computadores, evitando asumir los costos de soporte y el mantenimiento de
hardware y software.
PaaS: Platform as a service: es la encapsulación
de una abstracción de un ambiente de desarrollo y el empaquetamiento de una
serie de módulos o complementos que proporcionan, normalmente, una
funcionalidad horizontal (persistencia de datos, autenticación, mensajería,
etc.). De esta forma, un arquetipo de plataforma como servicio podría consistir
en un entorno conteniendo una pila básica de sistemas, componentes o APIs
preconfiguradas y listas para integrarse sobre una tecnología concreta de
desarrollo (por ejemplo, un sistema Linux, un servidor web, y un ambiente de
programación como Perl o Ruby). Las ofertas de PaaS pueden dar servicio a todas
las fases del ciclo de desarrollo y pruebas del software, o pueden estar
especializadas en cualquier área en particular, tal como la administración del
contenido. Los ejemplos comerciales incluyen Google App Engine, que sirve
aplicaciones de la infraestructura Google; Azure [1], de Microsoft, una plataforma
en la nube que permite el desarrollo y ejecución de aplicaciones codificadas en
varios lenguajes y tecnologías como .NET, Java y PHP, y también la Plataforma
G, desarrollada en Perl. Servicios PaaS como éstos permiten gran flexibilidad,
pero puede ser restringida por las capacidades disponibles a través del
proveedor. En este modelo de servicio al usuario se le ofrece la plataforma de
desarrollo y las herramientas de programación por lo que puede desarrollar
aplicaciones propias y controlar la aplicación, pero no controla la
infraestructura.
IaaS: Infrastructure as a service: también llamada en
algunos casos hardware as a service, HaaS)8 se encuentra en la capa inferior y
es un medio de entregar almacenamiento básico y capacidades de cómputo como
servicios estandarizados en la red. Servidores, sistemas de almacenamiento,
conexiones, enrutadores, y otros sistemas se concentran (por ejemplo a través
de la tecnología de virtualización) para manejar tipos específicos de cargas de
trabajo —desde procesamiento en lotes (“batch”) hasta aumento de
servidor/almacenamiento durante las cargas pico. El ejemplo comercial mejor
conocido es Amazon Web Services, cuyos servicios EC2 y S3 ofrecen cómputo y
servicios de almacenamiento esenciales (respectivamente). Otro ejemplo es
Joyent, cuyo producto principal es una línea de servidores virtualizados, que
proveen una infraestructura en demanda altamente escalable para manejar sitios
web, incluidas aplicaciones web complejas escritas en Python, Ruby, PHP y Java.
Para
la definición de estos términos seguiremos el camino que siguen los datos de
nuestros ordenadores hacia la nube, comenzando por los servicios más vinculados
a las máquinas (hardware) hasta llegar a los de naturaleza más lógica
(software) pasando por los que hacen posible estos últimos (herramientas de
desarrollo).
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Infraestructura como servicio.
Ofrecer
al cliente espacio de almacenamiento o capacidad de procesamiento en sus
servidores. Así el usuario tendrá a su disposición “un disco duro de capacidad
ilimitada” y un procesador de rendimiento casi infinito, solo restringido a su
capacidad económica de contratación del servicio. Este servicio se basa en el
acceso al uso de hardware radicado en la nube.
Plataforma como servicio.
El
servicio de Plataforma pone a disposición de los usuarios herramientas para la
realización de desarrollos informáticos, de manera que aquellos pueden
construir sus aplicaciones o piezas de software sin necesidad de adquirir e
implantar en sus ordenadores locales dichas herramientas. Este servicio tiene
dos claras ventajas para el desarrollador de aplicaciones: no tiene que
adquirir las costosas licencias para desarrollo de las herramientas de mercado
y, por otra parte, el proveedor de servicios se encarga de que dichas
herramientas estén en óptima situación de mantenimiento.
Software como servicio.
En
el punto más alto de las habituales clasificaciones de componentes del mundo
informático se encuentran las aplicaciones finales; productos terminados que
ofrecen servicios concretos para los que fueron desarrollados. Estas
aplicaciones son infinitas en sus distintas naturalezas y usos. El servicio
ofrecido como SaaS consiste directamente en la utilización por parte del
usuario final de los servicios ofrecidos por dichas aplicaciones, situadas en
los servidores del proveedor cloud, con un mecanismo de facturación (en caso de
no ser un servicio gratuito) más o menos simple de pago por uso.
Modelos de nube según la privacidad.
El
hecho de que la información manejada resida temporal o definitivamente en
servidores en la nube lleva a que dichos servicios ofrezcan distintos formatos
de privacidad que pueden elegir los usuarios. De ahí que se planteen varios modelos de nubes como
espacios de desarrollo de los servicios ofertados. Serían:
Nubes públicas.
Los
usuarios acceden a los servicios de manera compartida sin que exista un
exhaustivo control sobre la ubicación de la información que reside en los
servidores del proveedor. El hecho de sean públicas no es un sinónimo de sean
inseguras.
Nubes privadas.
Para
los clientes que necesiten, por la criticidad de la información que manejen una
infraestructura, plataforma y aplicaciones de su uso exclusivo.
Nubes híbridas.
Combinan
características de las dos anteriores, de manera que parte del servicio se
puede ofrecer de manera privada (por ejemplo la infraestructura) y otra parte
de manera compartida (por ejemplo las herramientas de desarrollo).
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Cinco características esenciales que debe cumplir un servicio
para considerarse ‘cloud’.
Hasta
aquí la definición de cloud computing desde un punto de vista informal. Para
dar formalidad a lo definido acudiré a un organismo reputado
internacionalmente, el NIST (National
Institute of Standards and Technology) del departamento de Comercio de los
Estados Unidos de América para citar las cinco características esenciales que
debe cumplir un servicio para considerarse cloud.
Autoservicio bajo demanda.
Un
usuario debe poder, de forma unilateral,
proveerse de recursos informáticos tales como tiempo de proceso o
capacidad de almacenamiento en la medida de sus necesidades sin que sea
necesaria la intervención humana del proveedor del servicio.
Acceso amplio a la red.
Los
servicios proporcionados deben poder ser accesibles a través de mecanismos
estándares y desde plataformas heterogéneas (por ejemplo: ordenadores,
teléfonos móviles o tabletas).
Asignación común de recursos.
Los
recursos son puestos a disposición de los consumidores siguiendo un modelo de
multipropiedad, asignándose y reasignándose dispositivos físicos o lógicos
atendiendo a la demanda de dichos consumidores. En este sentido el usuario no
tiene un estricto control del lugar exacto en el que se encuentra su
información, aunque sí debe poder especificar un ámbito mínimo de actuación
(por ejemplo: un país, un estado o un centro de proceso de datos concreto).
Rápida elasticidad.
Las
capacidades en los recursos proporcionados a los usuarios deben poder crecer o
decrecer bajo demanda de los mismos con celeridad, incluso mediante procesos
automáticos.
Servicio medible.
Los
sistemas cloud deben controlar y optimizar sus recursos dotándose de
capacidades para medir su rendimiento en un nivel de abstracción suficiente
para la naturaleza del servicio proporcionado. Además dicho control debe
permitir ser reportado de manera transparente tanto al proveedor del servicio
como al consumidor del mismo.
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¿Tiene inconvenientes la nube?
Obviamente
nada es perfecto, y como todo, la nube no es una excepción y también podemos y
tenemos que valorar los posibles inconvenientes de su uso, sobre todo si el
proveedor de suministrarnos el servicio no es de garantía o no ofrece las
necesidades adecuadas.
Dado
que la computación en nube no permite a los usuarios poseer físicamente los
dispositivos de almacenamiento de sus datos (con la excepción de la posibilidad
de copiar los datos a un dispositivo de almacenamiento externo, como una unidad
flash USB o un disco duro), deja la responsabilidad del almacenamiento de datos
y su control en manos del proveedor. La computación en nube ha sido criticada
por limitar la libertad de los usuarios y hacerlos dependientes del proveedor
de servicios.
¿A qué puede afectar el uso de la nube?
Los
detractores de la computación en nube argumentan como base que la misma pone en
peligro las libertades de los usuarios, porque éstos dejan su privacidad y
datos personales en manos de terceros.
Los
riesgos fundamentalmente están vinculados a la seguridad y protección de los
datos e información de los usuarios, a la gobernabilidad de los mismos, a la
autenticación y autentificación de datos, a la migración o portabilidad de
ellos a otro proveedor, a la pérdida o fuga de los datos, a la fiabilidad del
proveedor, y sobre todo, a la Protección
de los datos.
Fotografía del Softzone Ärea de seguridad: |
¿Cuáles son las aplicaciones y proveedores más comunes?
Hay
un creciente desarrollo de proveedores y aplicaciones y por ello debemos elegir
bien cuáles son los más adecuados en función de nuestras necesidades: ventas,
contabilidad, mercadotecnia, comunicación, tecnología, innovación, ocio,
personales, etc.
Los
servicios y proveedores más comunes son: Box (sitio web) - desarrollado por Box
Inc; Dropbox - desarrollado por Dropbox; Google Drive - desarrollado por Google;
iCloud - desarrollado por Apple; OneDrive - desarrollado por Microsoft (Antes
SkyDrive); Dataprius - desarrollado por Dataprius; Salesforce.com - desarrollado
por Salesforce.com Inc; Campaign Cloud - desarrollado por ElectionMall
Technologies; Doitle ajaxplorer - desarrollado por Doitle; Owncloud -
desarrollado por OwnCloud; SugarSync - desarrollado por SugarSync; Wuala -
desarrollado por LaCie; Spotify desarrollado por Spotify Australia PTY. Ltd.; entre
otros muchos más como Amazon, Success, etc., etc.
Fuentes de documentación:
propios, extractos de
textos o fotografías especializados, documentos y enlaces:
Eduardo
Martín, director de Producción y Operaciones de BABEL. Artículo e imágenes de Shutterstock.
Bloques
de información de Wikipedia:
Revista
Cloud Computing
Estudio
Cloud Computing. Retos y Oportunidades ha sido elaborado por los componentes del equipo de Estudios del ONTSI para el Ministerio de Industria,
Energía y Turismo en Mayo de 2012.
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