lunes, 16 de noviembre de 2015

Estar en la nube ya no es estar en la inopia. "Cloud Computing o el paradigma de la información".

"No todo lo que ocurre en Internet es ‘cloud computing”

Extraido del Artículo de Eduardo Martín e imágenes de Shutterstock.

El avance tecnológico es imparable, los desarrollos, tanto del software como del hardware, están cambiando nuestros hábitos de actuación y consumo laborales y de ocio, el tratamiento de la información y su acceso son la base de esta revolución. El "Cloud computing" forma ya parte de este cambio. Estar en la nube ya no es estar en la inopia.

¿Qué es el Cloud Computing? El término "Cloud Computing" o también denominado computación en la nube, servicios en la nube, informática en la nube, nube de cómputo o nube de conceptos hace referencia al concepto tecnológico y modelo de negocio que reúne ideas tan diversas como el almacenamiento de información, comunicaciones entre ordenadores, provisión y aprovisionamiento de servicios y metodologías de desarrollo de aplicaciones bajo el mismo concepto: todo ocurre en la nube o al espacio destinado al almacenamiento y tratamiento de datos e información dentro de internet que no son meramente la publicación de información y oferta de servicios, que es la finalidad y lo que nos ofrece esta malla o red informativa de conexión entre muchos ordenadores que es internet.

Fotografía Wikipedia
Hay que distinguir y/o diferenciar muy bien lo que son los servicios que ofrece internet y lo son los servicios en la nube. Éstos últimos van intrínsecamente ligados al primero, pero no todo lo que se publica o comparte como información en internet es "Cloud Computing".

Internet es un gran base o mercado de servicios vinculados o unidos por una estructura o malla de conexiones de diversas naturalezas y con distintos formatos en los que podríamos dividir dos grandes grupos de usuarios en base al uso que le dan a la red: los de servicios que utilizan la red como canal y los que se encuentran en la red y ofrecen recursos propios.

En cuanto a los servicios que se encuentran en la red y le ofrecen recursos propios, destacan los servicios de hosting que nos permiten guardar información fuera de nuestros ordenadores, es decir, en servidores que están en la nube y a los que podemos acceder a través una red de comunicaciones. Otro ejemplo sería el servicio de correo electrónico, en este caso todo, tanto la aplicación que utilizamos como los datos que intercambiamos con nuestros destinatarios, están almacenados en la nube. Estos servicios sí pueden considerarse cloud computing.

Por tanto, y resumiendo todo lo tratado anteriormente, podríamos definir cloud computing como una concepción tecnológica y un modelo de negocio en el que se prestan servicios de almacenamiento, acceso y uso de recursos informáticos esencialmente radicados en la red, en los que el concepto de canal es un mero instrumento.

Recursos que la red ofrece como servicio.

¿Y cuáles son los recursos que la red ofrece como servicio? Podemos considerar tres tipologías básicas de servicios que constituyen el modelo de negocio del cloud compuntig y que, dentro del vocabulario informático han venido en llamarse la generación “As a service” (IaaS, PaaS, SaaS):

SaaS: Software as a Service: se encuentra en la capa más alta y caracteriza una aplicación completa ofrecida como un servicio, por-demanda, vía multitenencia —que significa una sola instancia del software que corre en la infraestructura del proveedor y sirve a múltiples organizaciones de clientes. Las aplicaciones que suministran este modelo de servicio son accesibles a través de un navegador web -o de cualquier aplicación diseñada para tal efecto- y el usuario no tiene control sobre ellas, aunque en algunos casos se le permite realizar algunas configuraciones. Esto le elimina la necesidad al cliente de instalar la aplicación en sus propios computadores, evitando asumir los costos de soporte y el mantenimiento de hardware y software.
PaaS: Platform as a service: es la encapsulación de una abstracción de un ambiente de desarrollo y el empaquetamiento de una serie de módulos o complementos que proporcionan, normalmente, una funcionalidad horizontal (persistencia de datos, autenticación, mensajería, etc.). De esta forma, un arquetipo de plataforma como servicio podría consistir en un entorno conteniendo una pila básica de sistemas, componentes o APIs preconfiguradas y listas para integrarse sobre una tecnología concreta de desarrollo (por ejemplo, un sistema Linux, un servidor web, y un ambiente de programación como Perl o Ruby). Las ofertas de PaaS pueden dar servicio a todas las fases del ciclo de desarrollo y pruebas del software, o pueden estar especializadas en cualquier área en particular, tal como la administración del contenido. Los ejemplos comerciales incluyen Google App Engine, que sirve aplicaciones de la infraestructura Google; Azure [1], de Microsoft, una plataforma en la nube que permite el desarrollo y ejecución de aplicaciones codificadas en varios lenguajes y tecnologías como .NET, Java y PHP, y también la Plataforma G, desarrollada en Perl. Servicios PaaS como éstos permiten gran flexibilidad, pero puede ser restringida por las capacidades disponibles a través del proveedor. En este modelo de servicio al usuario se le ofrece la plataforma de desarrollo y las herramientas de programación por lo que puede desarrollar aplicaciones propias y controlar la aplicación, pero no controla la infraestructura.
IaaS: Infrastructure as a service: también llamada en algunos casos hardware as a service, HaaS)8 se encuentra en la capa inferior y es un medio de entregar almacenamiento básico y capacidades de cómputo como servicios estandarizados en la red. Servidores, sistemas de almacenamiento, conexiones, enrutadores, y otros sistemas se concentran (por ejemplo a través de la tecnología de virtualización) para manejar tipos específicos de cargas de trabajo —desde procesamiento en lotes (“batch”) hasta aumento de servidor/almacenamiento durante las cargas pico. El ejemplo comercial mejor conocido es Amazon Web Services, cuyos servicios EC2 y S3 ofrecen cómputo y servicios de almacenamiento esenciales (respectivamente). Otro ejemplo es Joyent, cuyo producto principal es una línea de servidores virtualizados, que proveen una infraestructura en demanda altamente escalable para manejar sitios web, incluidas aplicaciones web complejas escritas en Python, Ruby, PHP y Java.
Para la definición de estos términos seguiremos el camino que siguen los datos de nuestros ordenadores hacia la nube, comenzando por los servicios más vinculados a las máquinas (hardware) hasta llegar a los de naturaleza más lógica (software) pasando por los que hacen posible estos últimos (herramientas de desarrollo).

Extraido del Artículo de Eduardo Martín e imágenes de Shutterstock.

Infraestructura como servicio.

Ofrecer al cliente espacio de almacenamiento o capacidad de procesamiento en sus servidores. Así el usuario tendrá a su disposición “un disco duro de capacidad ilimitada” y un procesador de rendimiento casi infinito, solo restringido a su capacidad económica de contratación del servicio. Este servicio se basa en el acceso al uso de hardware radicado en la nube.

Plataforma como servicio.

El servicio de Plataforma pone a disposición de los usuarios herramientas para la realización de desarrollos informáticos, de manera que aquellos pueden construir sus aplicaciones o piezas de software sin necesidad de adquirir e implantar en sus ordenadores locales dichas herramientas. Este servicio tiene dos claras ventajas para el desarrollador de aplicaciones: no tiene que adquirir las costosas licencias para desarrollo de las herramientas de mercado y, por otra parte, el proveedor de servicios se encarga de que dichas herramientas estén en óptima situación de mantenimiento.

Software como servicio.

En el punto más alto de las habituales clasificaciones de componentes del mundo informático se encuentran las aplicaciones finales; productos terminados que ofrecen servicios concretos para los que fueron desarrollados. Estas aplicaciones son infinitas en sus distintas naturalezas y usos. El servicio ofrecido como SaaS consiste directamente en la utilización por parte del usuario final de los servicios ofrecidos por dichas aplicaciones, situadas en los servidores del proveedor cloud, con un mecanismo de facturación (en caso de no ser un servicio gratuito) más o menos simple de pago por uso.

Modelos de nube según la privacidad.

El hecho de que la información manejada resida temporal o definitivamente en servidores en la nube lleva a que dichos servicios ofrezcan distintos formatos de privacidad que pueden elegir los usuarios. De ahí que  se planteen varios modelos de nubes como espacios de desarrollo de los servicios ofertados. Serían:

Nubes públicas.
Los usuarios acceden a los servicios de manera compartida sin que exista un exhaustivo control sobre la ubicación de la información que reside en los servidores del proveedor. El hecho de sean públicas no es un sinónimo de sean inseguras.
Nubes privadas.
Para los clientes que necesiten, por la criticidad de la información que manejen una infraestructura, plataforma y aplicaciones de su uso exclusivo.
Nubes híbridas.
Combinan características de las dos anteriores, de manera que parte del servicio se puede ofrecer de manera privada (por ejemplo la infraestructura) y otra parte de manera compartida (por ejemplo las herramientas de desarrollo).

Extraido del Artículo de Eduardo Martín e imágenes de Shutterstock.

Cinco características esenciales que debe cumplir un servicio para considerarse ‘cloud’.

Hasta aquí la definición de cloud computing desde un punto de vista informal. Para dar formalidad a lo definido acudiré a un organismo reputado internacionalmente, el  NIST (National Institute of Standards and Technology) del departamento de Comercio de los Estados Unidos de América para citar las cinco características esenciales que debe cumplir un servicio para considerarse cloud.

Autoservicio bajo demanda.

Un usuario debe poder, de forma unilateral,  proveerse de recursos informáticos tales como tiempo de proceso o capacidad de almacenamiento en la medida de sus necesidades sin que sea necesaria la intervención humana del proveedor del servicio.
Acceso amplio a la red.

Los servicios proporcionados deben poder ser accesibles a través de mecanismos estándares y desde plataformas heterogéneas (por ejemplo: ordenadores, teléfonos móviles o tabletas).

Asignación común de recursos.
Los recursos son puestos a disposición de los consumidores siguiendo un modelo de multipropiedad, asignándose y reasignándose dispositivos físicos o lógicos atendiendo a la demanda de dichos consumidores. En este sentido el usuario no tiene un estricto control del lugar exacto en el que se encuentra su información, aunque sí debe poder especificar un ámbito mínimo de actuación (por ejemplo: un país, un estado o un centro de proceso de datos concreto).

Rápida elasticidad.

Las capacidades en los recursos proporcionados a los usuarios deben poder crecer o decrecer bajo demanda de los mismos con celeridad, incluso mediante procesos automáticos.

Servicio medible.

Los sistemas cloud deben controlar y optimizar sus recursos dotándose de capacidades para medir su rendimiento en un nivel de abstracción suficiente para la naturaleza del servicio proporcionado. Además dicho control debe permitir ser reportado de manera transparente tanto al proveedor del servicio como al consumidor del mismo.

Extraido del Artículo de Eduardo Martín e imágenes de Shutterstock.
¿Tiene inconvenientes la nube?

Obviamente nada es perfecto, y como todo, la nube no es una excepción y también podemos y tenemos que valorar los posibles inconvenientes de su uso, sobre todo si el proveedor de suministrarnos el servicio no es de garantía o no ofrece las necesidades adecuadas.

Dado que la computación en nube no permite a los usuarios poseer físicamente los dispositivos de almacenamiento de sus datos (con la excepción de la posibilidad de copiar los datos a un dispositivo de almacenamiento externo, como una unidad flash USB o un disco duro), deja la responsabilidad del almacenamiento de datos y su control en manos del proveedor. La computación en nube ha sido criticada por limitar la libertad de los usuarios y hacerlos dependientes del proveedor de servicios.

¿A qué puede afectar el uso de la nube?

Los detractores de la computación en nube argumentan como base que la misma pone en peligro las libertades de los usuarios, porque éstos dejan su privacidad y datos personales en manos de terceros.
Los riesgos fundamentalmente están vinculados a la seguridad y protección de los datos e información de los usuarios, a la gobernabilidad de los mismos, a la autenticación y autentificación de datos, a la migración o portabilidad de ellos a otro proveedor, a la pérdida o fuga de los datos, a la fiabilidad del proveedor,  y sobre todo, a la Protección de los datos.

Fotografía del Softzone Ärea de seguridad: www.softzone.es
¿Cuáles son las aplicaciones y proveedores más comunes?

Hay un creciente desarrollo de proveedores y aplicaciones y por ello debemos elegir bien cuáles son los más adecuados en función de nuestras necesidades: ventas, contabilidad, mercadotecnia, comunicación, tecnología, innovación, ocio, personales, etc.

Los servicios y proveedores más comunes son: Box (sitio web) - desarrollado por Box Inc; Dropbox - desarrollado por Dropbox; Google Drive - desarrollado por Google; iCloud - desarrollado por Apple; OneDrive - desarrollado por Microsoft (Antes SkyDrive); Dataprius - desarrollado por Dataprius; Salesforce.com - desarrollado por Salesforce.com Inc; Campaign Cloud - desarrollado por ElectionMall Technologies; Doitle ajaxplorer - desarrollado por Doitle; Owncloud - desarrollado por OwnCloud; SugarSync - desarrollado por SugarSync; Wuala - desarrollado por LaCie; Spotify desarrollado por Spotify Australia PTY. Ltd.; entre otros muchos más como Amazon, Success, etc., etc.

Fuentes de documentación: propios, extractos de textos o fotografías especializados, documentos y enlaces:

Eduardo Martín, director de Producción y Operaciones de BABEL. Artículo e imágenes de Shutterstock.

Bloques de información de Wikipedia:

Revista Cloud Computing

Estudio Cloud Computing. Retos y Oportunidades ha sido elaborado por los componentes del equipo de Estudios del ONTSI para el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en Mayo de 2012.




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