España
queda atrás respecto a otros países de la UE, con cerca de un 14% de consejeras.
Sesión
constitutiva de la Cámara de Comercio de España. Pablo Monge Cinco Días
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CARMEN
SÁNCHEZ-SILVA
Madrid
18 ENE 2016
La
realidad se muestra testaruda. El progreso de la mujer en las organizaciones
empresariales solo se consigue con discriminación positiva. Cuando se pone en
marcha una ley de cuotas, la presencia femenina en los consejos de
administración crece rápidamente. Sobre todo si esa norma es taxativa y prevé
multas.
Noruega
fue el primer país que lo demostró, en 2003, con una regulación que imponía
sanciones a las compañías que no alcanzaran un porcentaje del 40% en los
órganos de decisión. Penalizaciones que no hizo falta aplicar pero que
amenazaban hasta con la disolución de las empresas que no observaran la regla,
y todas la cumplieron. Gracias a la ley, las consejeras pasaron de representar
un exiguo 3% a cerca del 40% actual “instantáneamente”, sostiene Morten Huse,
profesor de la escuela de negocios noruega BI y de la Universidad de
Witten/Herdecke (Alemania).
Con
la ley, las ejecutivas en Noruega pasaron del 3% al 40%
Lo
mismo se ha comprobado recientemente en Francia, Italia, Bélgica, Holanda y
Reino Unido. Y se prevé que pronto suceda en Alemania y Suecia, con
regulaciones más modernas. Desde que en 2011 Francia introdujese su ley de
cuotas, con penalizaciones asociadas, las administradoras han pasado de
sentarse en menos del 20% de los asientos del consejo a estar en el 32%. Igual
que en Italia, que también amenazaba con multas, que saltó del 5% al 26% en
menos de cuatro años. Son los ejemplos más destacados del avance femenino en
los órganos rectores de las empresas. Aunque Bélgica, Holanda, Suecia y Reino
Unido también lo reflejan.
Al
contrario que España, que se está quedando atrás, según Huse. “Fue uno de los
primeros países europeos en adoptar legislación positiva acerca de la
participación de las mujeres en los consejos de administración [con la Ley de
Igualdad de 2007 que recomendaba alcanzar un porcentaje del 40% en 2015; que ni
siquiera ha llegado al 14% en las compañías cotizadas en Bolsa]. Sin embargo, a
día de hoy sufre un retraso notable”, explica. “Aunque ha mejorado, solo ha
avanzado unos 10 puntos en la última década. Al revés que Francia o Italia, que
estaban muy por debajo de España en 2003 y ahora la superan en 10 o 15 puntos”,
continúa Huse.
Varios
países europeos acaban de
aprobar normas propias.
“Existe
un desequilibrio, y otros países reflejan que donde se implantan las cuotas, se
corrige”, sostiene Ana García Fau, consejera de Merlin Properties y Eutelsat.
Esta experiencia ha servido para convencer a personas reacias a la
discriminación positiva, de que esta es la única alternativa. Así lo reconocían
Cristina Jiménez Savurio, presidente de la Fundación para la Investigación
sobre el Derecho y la Empresa (FIDE), y Silvina Bacigalupo, catedrática de la
Universidad Autónoma de Madrid en una jornada organizada por la consultora
Comerciando Global sobre la diversidad en los órganos rectores de las empresas.
“Yo no quería ser una especie protegida pero, cuando no hay una ley que
establece la posibilidad de acceder a los puestos directivos, es imposible. Y
si la ley no es obligatoria, como sucede en España, con una presencia del 16,7%
en los consejos del Ibex, no llegaremos al 40%. Habría que imponer
consecuencias para cumplir estos objetivos”, proponía Bacigalupo.
Medidas
sancionadoras.
El profesor Huse, que investiga sobre la
creación de valor en los consejos de administración y que aborda con
Comerciando Global un estudio acerca de la situación española en diversidad de
género, cree que la presencia de las mujeres en el poder mejoraría en el país
si se introdujese un “instrumento radical, como son las medidas sancionadoras”.
De hecho, en Reino Unido, donde la norma es de cumplimiento voluntario, “solo
se han empezado a ver cambios desde que el Gobierno ha amenazado a las empresas
con imponer multas”, sostiene. Además, cree que hacen falta herramientas de
conciliación adicionales para hombres y mujeres, “porque las cuotas son
necesarias pero no suficientes”.
“Necesitamos
una ley de cuotas reforzada. De lo contrario, nos quedaremos en el
cumplimiento, es decir, en el cumplí y miento”, bromeaba Miguel Ángel Zuil,
socio director de la empresa de cazatalentos Boyden. Aunque desde la reciente
reforma de la Ley de Sociedades de Capital y del Código de Buen Gobierno se
atisban cambios, “se está moviendo la búsqueda de consejeras”, asegura Zuil.
También lo atestiguan dos administradoras, Ana García Fau y Teresa Alarcos,
consejera de SolidQ. “Te llaman más para participar en procesos de selección”,
dicen ambas, tanto desde España como en el resto de Europa, donde se están
estrenando leyes que persiguen la paridad. Aunque, según Alarcos, el Ibex
“sigue cerrado a las mujeres”.
Fuente de la información:
EL País (Economía):
http://economia.elpais.com/economia/2016/01/17/actualidad/1453061612_426474.html
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